
Pedro Yarza, “Villabonako Besamotza”

Entre los guipuzcoanos merece especial mención Pedro Yarza Elizarán, "El Manco de Villabona", cuyo apodo denuncia su deformidad y su naturaleza. La notoriedad extraordinaria de Pedro Yarza, hijo ilustre de Villabona, radicaba en el desequilibrio producido por no contar con su brazo derecho que perdió cuando apenas tenía cuatro años, no obstante lo cual, consiguió derrotar al entonces invencible Chiquito de Eibar, en un partido mano a mano a 50 tantos que se celebró en 1886. Jugador único como pelotari, como hombre y como manco, fue seguramente el que más facetas interesantes presentaba al examen de la crítica. Su juego era nervioso y desigual, lleno de travesuras y de arranques. Exento, en general, de grandeza. La falta del brazo derecho inprimía al busto desarmonía, como un pájaro que tuviera sólo un ala, más extraño aún cuando con los movimientos secos y nerviosos del muñón semejaban a los de la cola de un volátil.
Poseía un maravilloso manejo de la cesta, y un reves fantástico cuando el contrario arrojaba la pelota a la derecha; una fuerza extraordinaria, una agilidad de felino y una resistencia inagotable. Era delantero completo, sus peligrosas marrullerías lucían en los remates en los primeros cuadros, extraordinarios y desconcertantes, que anulaban los esfuerzos y la maestría de todos los jugadores que se valían del brazo derecho.
Creó una escuela de pelotaris en Villabona, pudiendo ser considerado como el precursos de las modernas escuelas, y dejó tras de sí una lúcida herencia de artistas y de recuerdos.
FUENTE: "Dos siglos de Pelota Vasca. En defensa del juego del Rebote". Enrique Abril.